Mientras velaba que te quería, de Gisela Vanesa Mancuso
VER-SOS TRADUCIDOS (Fragmento) XVI
Le guiñan un ojo verde,
verde musgo esmeralda.
Y uno negro mármol mate,
negro terco ónix,
pero desea el tic nervioso
de esos miel piedra de luna.
Lo quiere,
{[(te quiero)]},
no por las veces que se han visto,
ni siquiera por las pocas en que se han mirado;
simplemente
por esa puesta en vértigo de unos segundos,
por esa unción de niños sin barricadas,
y después,
y después,
siempre después, los ojos,
{[(tus ojos)]}
piedras de lunas carrasposas,
fatigados de viento y rocío,
temerosos del sol que arde.
Temeroso del sol
que arde
en la telaraña,
coral
de corales,
abismos de tu mirada blanca.
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