La sombra del clavo en la pared

Acaso nuestra eternidad
sea disfrutar este momento
audaz, incontenible,
iluminando el cielo

Te veo como un mecenas desnudo y gris
ante la envidia del apostado enfrente,
sosten del antiguo cuadro
muerto, ultrajado, demente

Desde el ventanal un halo ambar
embriaga con su tibieza,
la emoción palpita
me hace sentir bella

Muta mi ánimo y ya
no importa nada más,
no somos clavo y sombra,
juntos, remanso en el mar

Nuestro fluir latiendo,
la casa vacía,
aventura sin tiempo,
un angel nos guía

¿Desde cuándo te amo?
¿Qué es el tiempo para un alma?
¿Cúanto que cobijas mis sentidos
cual tesoro de hada blanca?

Por la noche con afán me ansías,
el tiempo es nueva perspectiva,
luz que alberga el auspicio,
el placer que seamos uno, en esta hermosa vida


La Casita tiene jardín, está en Buenos Aires,
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